¿Qué hacer cuando llegas a los 30 y tu vida no se ve como querías?
- Denisse Figueroa
- 22 abr 2022
- 5 Min. de lectura

¡¡¡Transitando la crisis de la edad madura!!!...
11 de Marzo del 2020, cumplo 30 años, mi familia celebra conmigo otra vuelta más al sol, todos me felicitan y es un motivo de alegría, pero... ¿ralamente lo es?...
Yo pongo mi mejor cara y sonrío ante todos, agradeciendo sus felicitaciones, sin embargo en mi yo más interno, ese que no conoce nadie más que yo, ese no me felicita, en realidad me pregunta: ¿Qué nos pasó? ¿Dónde quedaron todos nuestros sueños? ¿y ahora que rayos hacemos?...
Llegar a los 30, mirar a tu alrededor y hacer el recuento de todo lo que has logrado y de todo lo que no, no es algo fácil, muchos han llegado a esta edad para darse cuenta que a pesar de que tienen una vida exitosa, no la disfrutan, ¿Por qué?, ¿Por qué no podemos disfrutar de tenerlo todo?. Frecuentemente resulta razonable que una persona se sienta mal, por tener 30 y no tener un trabajo bien remunerado, no tener estudios que le aseguren una vida independiente económicamente hablando, no tener una pareja con quien formar una familia, pero ¿Qué pasa cuando tienes todo eso que ya nombre y aun así te sientes vacío por dentro?.
Debo ser sincera, no lo tengo todo, no tengo la independencia económica que quisiera tener, por lo demás es único que me falta, disfruto de tener a mi familia conmigo, y de poder tener una buena relación ellos... Lo único que me falta hoy es la independencia económica, pero hace un año atrás, esto no era así. Con 30 años vivía de vuelta en la casa de mi madre, estaba desempleada, sin estudios, y lo peor de todo era que no sabia que hacer, había terminado con mi última relación hace poco y aun no lograba recuperarme del todo y la guinda de la torta era que había terminado una carrera universitaria que no me apasionaba, y no me imaginaba trabajando como Arquitecto, esto último era lo más deprimente, así que a comienzos de la pandemia (para más remate) me encontraba como barco a la deriva sin timón ni capitán, en medio del mar abierto, y con la víspera de una tormenta ya en camino.
Sin embargo algo que se avecinaba con lo más negativo que podía vivir, termino siendo mi salvavidas, y me refiero a la pandemia, ya que como a todos, me obligo a detenerme, me obligó a parar y pude darme el tiempo de reflexionar con más calma, algo que no había hecho nunca, yo era de esas personas que sigue adelante y echa los problemas, que no puede resolver en ese momento, al hombro y "los veo después", pero en ese momento tuve que detenerme por completo y reflexionar muy profundamente, en lo que había hecho con mi vida por avanzar sin pensarlo bien. Me di cuenta que había estado viviendo las expectativas de alguien más, y había dejado mis verdaderos sueños de lado, si, de lado y ¿porque?, por miedo: miedo a no ser suficiente, miedo a no merecerlo, miedo al dolor del fracaso...
En ese momento, y para mi fortuna, llegó el coaching a mi vida.
Con el coaching ontológico, comencé a estudiar muy a profundidad mi propio ser, tuve que partir por lo más básico y preguntarme ¿Cuáles son aquellas cosas que realmente disfruto experimentar? ¿Qué es lo que quiero hacer realmente con mi vida desde ahora? ¿Cuál es mi propósito en este mundo? ¿Quién soy yo?, la treintena parece una edad un poco tardía para no saber las respuestas de estas preguntas, pero si hay algo que aprendí muy bien es que: "no existe el tiempo perfecto para:__(complete aquí la frase)__", cada persona tiene su propio tiempo para vivir lo que necesita vivir, y los tiempos de cada persona son diferentes. Yo tuve que llegar a los 30 para poder detenerme y hacerme consciente, de que no tenía la vida que quería, porque no sabía lo que quería.
Lo segundo que aprendí muy bien es que: "La falta de auto-compasión, destruye mi autoestima y me impide saber quién soy de verdad", cuando me paso los días y horas, diciéndome a mi misma frases flagelantes - como: "que tonta soy, ¿Cómo puedo ser tan estúpida?, es que yo tengo un talento innato para arruinar todo lo que toco, etc..." - solo estoy socavando mi identidad, ya que me estoy reprimiendo para encajar en un molde que no pertenece, un molde dictado por... la sociedad, la familia, la cultura, etc... no es importante quien dicta el molde, lo que importa es discernir si me ayuda o no, ¿Qué quiero decir con esto?, cuestionar el molde, preguntarme: ¿para que me estoy diciendo estas cosas? ¿este diálogo interno me ayuda a crecer o no?. En esta etapa se vuelve vital entender, que debo tratarme con amor si quiero darme el permiso de ser yo misma, porque solo siendo yo misma encontraré la respuestas a las preguntas: "¿Cuáles son aquellas cosas que realmente disfruto experimentar? ¿Qué es lo que quiero hacer realmente con mi vida desde ahora? ¿Cuál es mi propósito en este mundo? ¿Quién soy yo?" y las respuestas de estas preguntas fueron lo que dio solución a "mi crisis de la edad madura", por eso hablo de auto-compasión, porque al tratarme con amor, soy compasiva conmigo misma cuando cometo errores, y me permito aprender de ellos, y aprender de mis errores es lo que me lleva a conocerme mejor, ya que me doy el permiso de experimentar cosas nuevas, cosas que quizás mi entorno considera inadecuadas, pero que a lo mejor para mi resultan fascinantes, y es en estas experiencias fascinantes donde descubro a mi verdadero yo y todo lo que eso significa.
Al descubrir lo que me gusta realmente, me puedo permitir hacerlo a diario, y al hacerlo a diario, voy descubriendo más detalles o nuevas cosas que me gusta hacer, y así es como descubrimos nuevos talentos, talentos que me permitirán darle un sentido y un propósito a mi vida, y es el sentido y el propósito lo que hará que disfrutes de vivir, sea como sea que vivas, si no vives como quieres, pero tienes un propósito y un sentido para estar vivió todos los días, te levantarás y harás lo que amas, y eso que amas te llevará a terminar encontrando y adoptando la forma de vivir que mas te gusta.
Otro bonus extra de tener sentido y propósito de vida, es la pertenencia, ya que con estas cualidades presentes en mi vida es inevitable sentir que pertenezco al mundo, pertenezco porque mi existencia en esta tierra tiene un propósito y un sentido claro, y mis talentos me ayudan a servir a mi propósito.
Finalmente aprendí que "la crisis de la edad madura", simplemente se puede resumir, en una falta de propósito, sentido y pertenencia en nuestras vidas, por esta razón, aunque tengamos todas aquellas cosas, que socialmente se requieren para considerar una vida exitosa, no las podremos disfrutar, siempre tendremos la sensación de que algo nos falta, de que estamos cansados, de que no nos gusta nuestro trabajo, etc...
¿Cómo consigo sentido, propósito y pertenencia?, encontrando las respuestas a las preguntas mágicas:
"¿Cuáles son aquellas cosas que realmente disfruto experimentar?
¿Qué es lo que quiero hacer realmente con mi vida desde ahora?
¿Cuál es mi propósito en este mundo?
¿Quién soy yo?"
Debo aclarar que no son las únicas preguntas empoderantes, pero son las que a mi me sirvieron, para encontrar un sentido a mi vida, un propósito claro por el que me levanto todos los días, y más que nada, el sentimiento de que, por primera vez, pertenezco a la humanidad...
Con Amor
- Denisse Figueroa Aránguiz -
- Coach de Vida y Licenciada de Arquitectura -
Comments